viernes, 10 de octubre de 2014

“La obra “Noche buena” podría ser una parodia de las técnicas actorales y de las relaciones personales.”

“La obra “Noche buena” podría ser una parodia de las técnicas actorales y de las relaciones personales.” Magdalena Cabassi

En el transcurso del análisis se tomará como eje principal la parodia dentro de la obra teatral “Noche buena” dirigida por Martín de Goycoechea. Ello por cuanto se tendrán  en cuenta todos los elementos de la misma, entre los que podemos citar: las relaciones entre los personajes, la particularidad de sus movimientos corporales, la historia transmitida durante la actuación, ciertos sucesos dentro de la misma, como también así el título y la imagen publicitaria de la obra.
La elección de este desarrollo,  obedece a que se visualiza claramente un discurso por debajo de la historia que se cuenta, una doble lectura que muestra por un lado una historia simple de relaciones de pareja y amistad entre los personajes, y por el otro, el mensaje que quiere dejar el autor, mostrando por ejemplo una corporalidad extraña en cada uno de ellos. Se tomarán como puntos de partida del análisis, el título de la obra y la imagen de la propaganda, para luego ser desarrollados con los demás ítems a tratar.
Se habla de parodia al ver una obra de arte que caricaturiza o interpreta humorísticamente alguna idea.
Comenzando por el análisis del título, sabemos que el relato transcurrirá en una noche especial, como es la noche de navidad, en la que en el mundo familiares y amigos  se reúnen para festejar  el nacimiento de Jesús, con diferentes tipos de celebraciones dependiendo de las culturas y costumbres lugareñas. Esto se ve claramente en algunos pasajes de la obra donde aparecen algunos simbolismos tales como las lucecitas de navidad, la sidra o el champagne para el brindis, etc. De lo contrario, ajustándonos simplemente a las dos palabras que componen el título, sabemos que se tratará de una noche en la que algo bueno pasará. Con la última idea señalada, podríamos comenzar a encontrar una idea de parodia, una noche que se hace llamar “buena”, cuando la que nos presentan es justamente lo contrario, una noche triste, con momentos angustiosos y por momentos hasta trágicos como cuando Luz aparece con su brazo aparentemente desangrándose, peleas, angustias, llantos, personajes solitarios, malentendidos, celos,  separaciones, etc con lo que  concluimos que de buena la noche tiene poco.  Por tal,  ya desde el inicio se puede ver la parodia dentro de la obra, en las interpretaciones humorísticas de una noche casi trágica. Esto es tan explícito por momentos, que hasta el mismo personaje de Luz que aparentaba desangrarse aclara “no es Ketchup” por ejemplo.
En cuanto a la imagen de la propaganda de la obra, donde aparece una mujer vestida con una campera, donde sólo se le ve parte de la cara detrás de una planta de helecho, se pueden encontrar ciertos puntos de análisis tales como que la planta de helecho no remite a un árbol de navidad. Desde esta visión podemos encontrar otra parodia, puesto  que sólo ese helecho se podría relacionar con la noche buena, si loa analizamos por su forma triangular similar al pino navideño. A su vez, esta imagen puede ser comparada con la imagen del artista René Magritte llamada El hijo del hombre, donde aparece una yuxtaposición entre las imágenes características de su obra tales como: la manzana, la pared y el personaje anónimo con bombín. Tanto la manzana como el helecho se encuentran tapando el mayor porcentaje de la cara, los dos son verdes, y a su vez, tanto el bombín del personaje de Magritte, como la capucha de la imagen de “Noche buena” ocultan parte de la cara. Citando al artista dijo: “Todo lo que estamos viendo esconde otra cosa, nosotros siempre queremos ver lo que está escondido por lo que vemos, pero es imposible.” Teniendo en cuenta las palabras del mismo y comparándolo con la imagen de la presentación de la obra,  se puede ver que el helecho, tomado como la historia dentro de la obra, se pone por delante, es lo que se ve a primera vista; pero a su vez hay algo que se oculta tras ello, una idea que se quiere contar, una imagen fuerte que quiere ser descubierta, analizada. Utilizando la palabra helecho con comicidad, podría decirse que se está hablando de “el hecho” de la obra por delante del mensaje que se quiere dejar.
La sonrisa de la mujer de la imagen denota gracia, alegría, una burla a lo que está contando, parodiando a la idea que aparentemente está por delante, y que es la historia que se cuenta.
El vestuario que lleva esta mujer nos indica que la historia que se desarrolla en un lugar donde hace mucho frío en navidad, ya que lleva puesta una campera abrigada con pieles en su capucha.
El director de “Noche buena” trabaja con la investigación sobre el código de actuación, dejando registros completamente diferentes en cada parte de la obra. Erika Fischer, autora de “El código teatral como sistema” hace referencia en cuanto al movimiento cinético, desde el cuerpo, desde lo lingüístico, desde lo acústico y desde lo visual. Toma un movimiento cinético corporal desde lo mímico, desde un lugar en particular o diferentes lugares, con o sin objetivos. Con dicho texto se puede formar una intertextualidad con la obra, al encontrar en los personajes cierta corporalidad anormal, para evitar dejarlo al azar de lo cotidiano, extrañando la actuación y dándole un toque particular, para no caer sólo en la palabra y darle una profundidad distinta.
Desde el inicio podemos encontrar la parodia en esta particularidad de la corporalidad y gestualidad de los personajes, en las exageradas muecas de Luz – uno de los personajes femeninos-  que intenta llorar a toda costa, generando una burla de los códigos actorales cotidianos y llevando al extremo cada movimiento o gesto. Erika Fischer en el texto citado anteriormente, también habla sobre el aspecto del actor que es arreglado mediante signos tales como la máscara, el peinado, o el vestuario. En el caso de “Noche buena” tales signos no son marcados con importancia, ninguno de los personajes tiene algún signo que lo represente y/o caracterice en particular.
Otro tema del cual habla Fischer es la escenografía y la decoración, diciendo que debe haber en escena una apariencia especial del ámbito donde se encuentra, habiendo objetos presentes a lo largo de la obra. En cuanto a la obra de Goycoechea, no se le da mayor importancia a la escenografía, ya que todo transcurre en una especie de sala de estar de un departamento y lo único que se deja ver es un sillón atascado es una puerta, dejado ahí luego de intentar pasarlo de un ambiente a otro sin lograrlo.
Una vez más podemos ver la burla en cada detalle de la obra, donde el director pone por sobre todas estas cosas, el cuerpo del actor y la exageración de ciertos movimientos o gestos.
Los movimientos corporales extraños se ven claramente durante casi toda la obra. Ejemplo de esto es Francisco que desde que entra hasta que se va, mantiene una vibración, sostenida desde un principio por el frío que hacía afuera del departamento, y luego por diferentes estados por los que pasa, tales como nervios, angustia, dolor o enojo. También podemos encontrar características particulares en Luz, como se nombró anteriormente,  no sólo en lo gestual del inicio de la obra, sino en varios pasajes de la misma en los que se mimetiza con el movimiento del otro, acompañandolo en sus movimientos; o cuando pasa por un estado de vibración al hablar con Francisco, y en vaivén al estar hablando con su amiga Julieta (la cual también transita dicha corporalidad).
Otras connotaciones de la parodia de “Noche buena”, se encuentran en la escena en que Luz aparenta suicidarse, primero por el ruido de vidrios, luego el Ketchup le cae por el brazo,  intentando aparentar muy burdamente sangre, ante la risa del espectador que inmediatamente advierte que no lo es y cundo relata con entusiasmo que un hombre cayó de un edificio muerto a sus pies, resaltando “un hombre muerto a mis pies” casi con alegría. Una manera de mostrar y provocar risa con recursos actorales utilizados por otros directores y/o actores, que al estar hechos grotescamente lejos de provocar pánico mueven a risa. El mismo recurso se utiliza en la obra con el personaje de Luz cuando llora, prácticamente todo el tiempo, pero se ve a simple vista que dicho llanto no es debido a cierta angustia, dolor, inclusive tampoco es de alegría, es un llanto artificial, sobreactuado, mostrando un personaje vacío de sentimientos, que llora por llorar, porque le es fácil, con la excusa que lo hace porque Francisco le decía “la llorona” y de este modo lograría que la recuerde.
“Noche buena” deja una forma diferente de ver las relaciones interpersonales, un trato no cotidiano para con ninguno de ellos, un entrecruce de sentimientos, llegando a una comedia de enredos entre los mismos.
En cuanto a la música dentro de la obra, está muy marcado el hecho en que no se prende sola, como por arte de magia, como suele pasar en muchas obras teatrales, sino que los personajes hacen evidente cada vez que debe aparecer la musica, yendo detrás del escenario a encenderla. Esto lo deja bien marcado el director de la obra en una entrevista con Gisela Girolami para Alternativa teatral, donde deja dicho: Me enferma cuando la música no se sabe de donde viene, y se la utiliza únicamente para apoyar una sensación, que no se puede generar con los actores o con la dramaturgia. Me gusta que salga de alguien, que se escuche y se vea de donde sale. Es por eso que la obra para no utilizar esa “magia”, deja al descubierto todos los hilos teatrales.”

Las canciones empleadas en la obra, también son de gran importancia para con el relato, como por ejemplo la canción “La llorona”, que no tiene un autor específico, pero que muchos cantantes han creado o copiado versos que convierten a esta canción en una historia de amor y dolor donde se expresa en versos relacionados con la obra, tales como: El que no sabe de amores, llorona
no sabe lo que es martirio”
, tomándolo desde la idea de ser una canción que le dedica Francisco a Luz. Como así también los versos que dicen : “Tápame con tu rebozo , llorona porque me muero de frío” relacionándolo con el momento en el cual Francisco le pide a Luz que le de calor en sus pies porque sentía un extremo frío.
El que los personajes no estén interiorizados en cuanto a sentimientos y se los vea plenos, se puede ver de por sí, en la comparación entre los nombres de los personajes y los nombres de los actores, que son los mismos. No presentan un desapego importantemente amplio de lo que son ellos, salvo por las expresiones corporales que llevan a cabo. Inclusive en cierta parte de la obra, crean historias entre ellos que nunca existieron, sólo para imaginar o buscar algo en común, algo que los llene de sentido.
La comida de navidad, escena última de la obra, termina cerrando con la idea de parodia, desde una imagen desgraciada, una comida que no es la que se acostumbra en este tipo de festividades, un seco sándwich sólo de pan lactal y lechuga, y los personajes acompañando esa situación en un estado de atildamiento, cada uno en un mundo diferente en cuanto a pensamientos.


En conclusión, está claro, que existen muchos momentos y signos de la obra que denotan características de parodia sobre técnicas actorales y sobre las relaciones que existen entre las personas. Una obra que genera risa en el público y que deja un mensaje a interpretar, una noche que puede resultar buena como no, y que lo que importa va más allá del texto, dándole una prioridad a la corporalidad de los personajes, que resulta extraña para la mayoría del público. Desde el inicio, en cuanto a la imagen, al título, y al comienzo de la obra, hasta llegar al final, se encuentran elementos de comicidad y burla hacia cierta forma estructurada de hacer teatro, dejando a la vista signos exagerados de formas de contar una historia, notando que se puede contar con un argumento básico, en este caso un hombre abandonado por una mujer, una mujer enamorada de alguien que no la registra, una amiga, y un vecino enamorado.



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