viernes, 10 de octubre de 2014

"La tempestad" de Shakespeare - Escrito

Magdalena Cabassi
"La tempestad"

“La tempestad” de Williams Shakespeare, presenta varios personajes que representan las subjetividades de la época, sobre todo, en el protagonista, Próspero. Foucault plantea la escisión entre el orden antiguo y el orden moderno, un quiebre entre el clasicismo y la modernidad. Se refiere a la primera lengua, como un puente entre la cosa y la palabra. Cree que el ordenamiento es anterior a las palabras, hablando de un orden mayor, un orden que lo abarca todo, al cual llama episteme. Con esto, Foucault estudia las formaciones discursivas, el concepto de la palabra y no la palabra en sí, realizando un entramado de relaciones que posibilitan un mundo y no otro.  En “La tempestad” de Shakespeare, podemos ver que la episteme se sitúa entre la época clásica y la época moderna, en un pasaje del Humanismo. Podemos situar a Shakespeare en el Renacimiento, pero dicho autor, en sus obras, trata sobre temas universales, y esto lo situaría como un pensador moderno. A su vez, el relato de la obra trata del naufragio del rey de Nápoles, momento ubicado en la época medieval.  Foucault dice: “De este modo, el análisis ha podido mostrar la coherencia que existió, todo a lo largo de la época clásica, entre la teoría de la representación y las del lenguaje, los órdenes naturales, la riqueza y el valor.”[1] Diferenciando a la época clásica, el autor describe a la época moderna, como una época en donde desaparece la teoría de la representación, desvaneciéndose el lenguaje, aparece una historicidad profunda, que aísla y define en su coherencia propia.
Entre los personajes de “La tempestad”, se encuentran expresiones que refieren a las distintas épocas. Próspero, el protagonista de la obra, aparece como un sujeto de la modernidad, por priorizar sus estudios, poseer conocimientos, ser un ser racional, da discursos aceptados por el público, generando una mirada conquistadora hegemónica. A su vez, tanto en Próspero como en Ariel (espíritu), podríamos situarlos en la época medieval, por su relación con la magia, sus hechizos y poderes, en relación a esta teoría cito: “Sin duda, muchos lectores del siglo XVI se fascinaron con especulaciones teóricas, algunas de las cuales tenían ecos de neoplatonismo o de <<magia natural>>”[2]. La magia aparece como factor fundamental en la isla, aparece como algo sobrenatural. Próspero con sus trucos y la música cautivadora de Ariel, controla todo lo que sucede en la isla, y gracias a esto ejerce su poder. Sin embargo, al final de la obra, Próspero renuncia a sus poderes mágicos, al haber recuperado el ducado que le robaron.  En base a su renuncia de poder, aparece la reivindicación, en la que el autor de la obra le concede al personaje la posibilidad de que exprese su monólogo y dé sus argumentos. Esta expresión de argumentos, es un pensamiento moderno y mediante la razón, explica el por qué de sus actos.
“La tempestad” de Shakespeare fue escrita en los comienzos de la colonización británica de Norteamérica, este tema, es un constante en la obra. Dentro del texto, Calibán podría tomarse como el americano colonizado y esclavizado, privado de sus tierras, portavoz de los pueblos colonizados que se rebelan ante sus colonizadores. En este caso, su colonizador es Próspero, es entre otras cosas, quien le enseña una nueva lengua: “Próspero- ¡Esclavo aborrecido, que nunca abrigarás un buen sentimiento, siendo inclinado a todo mal! Tengo compasión de ti. Me tomé la molestia de que supieras hablar. A cada instante te he enseñado una cosa u otra. Cuando tú, hecho un salvaje, ignorando tu propia significación, balbucías como un bruto, doté tu pensamiento de palabras que lo dieran a conocer. Pero, aunque aprendieses, la bajeza de tu origen te impediría tratarte con las naturalezas puras. (…)”[3]. Se puede encontrar en el personaje de Calibán, la ambigüedad, ya que provoca distintas reacciones en el público dependiendo de la época en que se interprete. En ese entonces, era normal que los ingleses vieran a los indios americanos como salvajes primitivos, y es Shakespeare quien lo presenta en la obra como un monstruo, grosero, contrastando su imagen con la presencia de otros personajes como los rasgos nobles de Próspero, los encantos de Miranda, y la forma etérea de Ariel. Calibán intenta legitimar sus argumentos por medio de la razón, este pensamiento es moderno.
En toda la obra hay discurso hegemónico y a su vez contradictorio, generando ambigüedad. Los personajes son víctimas y victimarios, se someten y se rebelan, manteniendo una constante tensión.  Todos los personajes de la obra presentan características de la época clásica y de la época moderna, desarrollados anteriormente, en particular en los casos de Próspero y Calibán.




[1] Foucault, Michel, Las palabras y las cosas, México, Siglo XXI, pág.16.
[2] Toulmin, Stephen, Cosmópolis, Londres, 1990, pág.56.
[3] Shakespeare, William, “La tempestad”, Londres, 1611, pág. 1710

No hay comentarios: