viernes, 10 de octubre de 2014

Problemas para definir una estética latinoamericana

Problemas para definir una estética latinoamericana

 Magdalena Cabassi

Teniendo en cuenta que la “Estética” en América Latina es reciente en lo referido a lo histórico-social, realizaremos un análisis sobre los problemas para definir una “estética pura” de nuestra Latinoamérica. Para ello utilizaré los estudios realizados por Immanuel Kant, Friedrich Schiller, José Lezama Lima y Enrique Dussel, basándome en los orígenes de Latinoamérica, en su historia bastardeada hasta estos días, teniendo aún una asignatura pendiente con nuestra “Estética”.
            Entiendo como “Estética” al estudio sobre el origen del sentimiento puro, manifestándose a través del arte. Una ciencia que trata sobre la belleza en general y los sentimientos que suscita en el hombre. Vemos a la “Estética”  como una teoría que explica la producción del arte en una sociedad y cultura, dando cuenta de sus especificidades.  Teniendo en cuenta esta mirada sobre el significado de “Estética”, aparece nuestro primer problema, ¿Podríamos decir que todo Latinoamérica puede englobarse en una sociedad y cultura común? Como comenté en el inicio, hablar de una “Estética” Latinoamericana implica tener en cuenta la trama histórica de resistencia y mixtura para con la mirada europea. América Latina posee una gran diversidad de identidades, pero que a su vez están atravesadas por un pasado común. Durante la época de la colonia no sólo se buscó exterminar a los originarios, sino también exterminar una cosmovisión del mundo. Al generarse los procesos independentistas, los nuevos Estados latinoamericanos trabajaron en forjar una nueva identidad, que inevitablemente estaría atravesada por ese pasado originario, pero que buscó copiar modelos europeos. Desde el surgimiento de las nuevas naciones, ha existido una tensión constante entre las culturas nacionales y las culturas importadas.
Según Immanuel Kant, la estética no se funda en conceptos, su motivo determinante es el sentimiento del sujeto y no un mero concepto del objeto. Es aquí donde aparece el segundo problema: ¿Podríamos suponer que existe un sentimiento común en Latinoamérica? La falta de estudios hace que las diferencias socio-culturales e históricas que se presentan en cada país, generen una separación de sentimientos e ideales. Sin dejar de lado la colonización que ha sufrido el continente, hecho que generó una mixtura cultural, generando apropiación y reconversión de los símbolos europeos, y con esto pensamos, ¿Cuál es nuestra Estética Latinoamericana? ¿Culturas apropiadas por el eurocentrismo o deberíamos indagar sobre nuestro pasado, qué había antes de la colonización? Antes de la colonización, Latinoamérica vivió el esplendor de los grandes imperios originarios, cuyas culturas son las que mayormente han logrado sobrevivir luego de la llegada del hombre blanco. Es Schiller, entre otros, quien basado en los conceptos de Kant, realiza una investigación sobre el pasado precolombino. En sus teorías expresa el intento de generar un carácter unificador de lo bello, tomando al arte como un vehículo de una mejor organización social, refiriéndose al impulso de juego como impulso del arte, realizando cosas desinteresadamente. Educar en el arte es para Schiller educar en la felicidad, tomando al arte como un ejercicio de la libertad plena, una elección a los sometimientos de las leyes, un goce por vivir bajo límites que garanticen la sociedad común. Según el autor, el medio para llevar a cabo este proceso de ennoblecimiento, es la belleza ya que ella se relaciona íntimamente con la esencia moral del ser humano que es, precisamente, ser para la libertad, y por ello, la educación del hombre, con el objetivo de resolver el problema político de una sociedad plenamente racional y libre, debe ser estética.
Nuestro tercer problema aparece: ¿Cómo se educa en el arte Latinoamericano sin tener aún bases sólidas de una “Estética representativa”? ¿Cómo resolver los problemas políticos de una sociedad a través de una “Estética” no fundada? Latinoamérica vive en una constante lucha por reafirmar lo propio, debido a la permanente invasión cultural que sufre, priorizando la expresión por sobre una “Estética” revisionista de nuestra propia historia cultural. Revisar esta historia cultural latinoamericana exigiría contemplar el contexto histórico-político en que se fue desarrollando.
Enrique Dussel, realiza una larga investigación en pensamiento y prácticas de la modernidad/colonialidad en América, refutando ideas de otros filósofos, dándole importancia a los originarios del continente. Dussel pertenece ideológicamente a la tesis de la contraconquista, un movimiento de la descolonización, creando una nueva mirada sobre el “Barroco Americano”. Otro de los filósofos pertenecientes a esta tesis es Lezama Lima, autor de La curiosidad barroca. Dicho autor pone en primer lugar al indio o mestizo como el ser originario, perfilando una política para el modo americano de apropiarse de la estética barroca del colonizador y restituye las formas artísticas. Es él quien ilumina la mirada sobre el americano, abriendo un debate del Barroco como la primera estética del arte americano, producto del sincretismo cultural.  Encontramos en él una llegada más aproximada a la búsqueda del origen de una estética latinoamericana.
Concluyendo con este análisis, encuentro como problemáticas para definir una estética latinoamericana su reciente aparición en el ámbito de los estudios sociales, el constante estado de tensión entre la cultura local y la cultura hegemónica, la mixtura cultural y social producida en nuestra historia entre el pasado originario y el eurocentrismo colonizador. Dicha tensión puede evidenciarse en nuestra formación académica, donde la “Estética” europea continúa siendo predominante para pensar lo artístico.




Bibliografía:

-Dussel Enrique, Meditaciones anti-cartesianas: sobre el origen del anti-discurso filosófico de la Modernidad, México, 2008.

-Schiller Friedrich, Cartas sobre la educación estética del hombre, Alemania, 1795.   
 
-Lima Lezama, “La expresión americana”, Cap. II, La curiosidad barroca, México, 1993.

-Kant Immanuel, Crítica del juicio, Alemania, 1790.



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